Una vez, me encontré en la estación de tren con la cantante de copla, Pasión Vega, una persona que me llamó la atención por su expresión afable y su gran sonrisa. La piel se me eriza cuando oigo alguna de sus canciones, me parece que aparte de una voz cristalina y dulce como las ocarinas, tiene una sensibilidad especial para contar aquello que canta, para meterte en la piel las letras.
Ha sacado un nuevo disco, y el otro día escuché una de las canciones por la radio.
"Dame amor de contrabando, sé que es un juego prohibido, pero aceptaré el castigo[...]"
Viva las canciones con alma, los artistas que inyectan en vena esa magia, vivan las palabras de amor...
1 comentario:
¡Eeey! A mí también me gusta mucho Pasión Vega, y también me parece buenísima. Bueno, ya te he firmado por aquí. PD: La foto amarilla es en mi casa xDDD.
Un beso.
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