domingo, 11 de noviembre de 2012

Lo que siento al Bailar...

A veces les pregunto a mis alumnas en clase sobre qué sienten ellas al bailar, al subir al escenario y qué les gustaría transmitir a la hora de bailar al público. Siempre se quedan muy extrañadas con mi pregunta y se quedan un buen rato pensando en la posible respuesta.
Creo que nadie me  ha hecho esa pregunta nunca pero si tuviese que decantarme por alguna confesión creo que sin duda diría que la danza oriental me ha hecho despojarme de muchos miedos y prejuicios en base a mi cuerpo.

Normalmente, las mujeres no estamos familiarizadas con nuestro propio cuerpo y a su desnudez, vernos el vientre, el torso, los muslos etc. no debía ser un momento incómodo sino un disfrute, y al unirlo al capricho de la música, nueatro cuerpo puede liberar una sensación plena y muy satisfactoria, en definitiva desde que empecé a gozar de mayor salud y bienestar.
Y que no hay mejor filosofía que decir:
Que nos quiten lo bailao'.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Diferencias entre bailar en un restaurante y un escenario

Hay dos sitios principales donde puede desarrollar una bailarina su vocación actuando.
Estos sitios actualmente, pueden ser los escenarios o las teterías y restaurantes, si preguntas a las bailarinas puedes encontrar opiniones diversas, hay gente que se siente más cómoda en un ámbito o en otro. Bailar en un restaurante o tetería, por ejemplo, depende de más factores de los que una persona pueda controlar: tener contactos con establecimientos dedicados a ellos, que les guste tu baile... Hoy en día hay mucha oferta de danzarinas y la gente muchas veces lo ve como una salida fácil y una manera de sacarse un sobre-sueldo, y en estos tiempos no vamos a negar que no sea una alternativa atrayente, aunque os doy un consejo, aunque os paguen, intentad no sólo bailar por dinero, encontrad en la danza otro aliciente, no digo que bailéis gratis, pero que esa no sea vuestra primera motivación para bailar en un sitio. 
A mí personalmente, me gusta bailar encima de las tablas como a nivel de los espectadores, creo que ambos decorados aportan distintos sentimientos.
El escenario te hace grande, simplemente por su emplazamiento, uno ya se siente enorme  los pocos apuntan hacia a ti y la gente ha ido solo a verte, a ver una actuación, te pierdes la cara y la expresión de la gente, muchas veces solo oyes la música y nada más, estás bailando hacia ellos pero como si estuvieras aisladas, es  otra dimensión, la llamada "cuarta pared".
Otra diferencia, interesante bajo el punto de vista de la bailarina, es que en el escenario al tener un buen espacio escénico, puedes desarrollar una coreografía, al contrario que una tetería o restaurante donde se tiende más a las improvisación a interactuar más con el público, se tiene más contacto visual, y nnormalmente te toca sortear a los camareros que sirven las mesas y las mismas mesas. No dgio nada si encima es el momento de las shishas y tienes que tener más cuidado porque sobrepasan bastante la altura de la mesa y puedes rozarla con un brazo o se bailas con velo, sobre todo.