martes, 11 de noviembre de 2014

Bailar danza oriental en tu boda...

Acabo de bailar en la boda de una alumna y no puedo estar más pletórica y feliz... Es impresionante el calor que siento cuando confiáis en mí y en mi trabajo, cuando queréis contar conmigo y mi danza un día tan especial para vosotros... Es increíble que la gente te muestre tan buena energía y cada día es un retroalimentación, búsqueda de música que enriquezcan las actuaciones, trajes para vestir la realidad, y purpurina para colorear la rutina.
Gracias a todos y todas a los que ponéis vuestra confianza en mí, siempre intentaré dejarme la piel cada día o intentarlo. Porque si por un momento, el tintineo de las monedas del fajín, enciende el corazón de alguien, como una vela que se enciende en invierno, todo ha merecido la pena hasta llegar aquí. Las agujetas, el cansancio, el maquillarse y desmaquillarse, el "no puedo tengo ensayo", el bailar y sacarse la carrera sin desfallecer, cargar con la maleta por la calle Leganitos cuando he bailado en un restaurante de allí, los domingos de té y shisha de resurrección.
Porque... ¿Quién no da la vida por un sueño?


GRACIAS UNIVERSO.