Era un bailarín argentino, afincado en España, que bailaba como nadie, era capaz de quedarme mirando sus vídeos de manera interminable, uno tras otro, ver como su cuerpo se torneaba y se partía siguiendo a la música.
La plasticidad de su cuerpo a merced de la melodía.
Hay veces que tienes la gran suerte de conocer a esas personas que sabes que nacieron para bailar, aunque para mí, Adrián "Danzaba", parece el mismo concepto, aunque tiene matices que escapan a la razón.
No bailaba por bailar, bailaba de aquella manera en la que sólo lo puede hacer alguien que necesita hacerlo para poder ser quien es.
Por segunda vez, siento que otra figura en el mundo de la Danza que me había llegado hasta el fondo del alma, parte hacia otro lugar, y es que, los grandes bailarines son tan etéreos, que vienen para traernos un pedacito del paraíso a la Tierra, y cuando nos deslumbran con su belleza, buscan otra vez sus alas para volver a replegarse en el cielo, danzando para siempre como lo que siempre fueron.
Ángeles...
Descansa En Paz.
2 comentarios:
Si no te importa, dejo aquí un poema que he hecho homenajeando a este bailarín.
Llanto a Adrián Herrero
¡Ay parca!
Ahora vienes con el cuchillo verde
y el pelo suelto
y el golpe en el pecho y el grito incierto.
¡Ay parca!
Ahora vienes y te lo llevas desnudo
lunático enamorado
bailando, bailando...
¡Ay parca!
Naciendo el verano
te lo llevas sin monedas
bailando, bailando...
Ay parca!
Engañando a Caronte
te lo llevas por la sombra verde del bosque.
¡Lo enamoraste parca!
Bailando, bailando...
Antonio Guerra Carrasco
Qué bello... me ha emocionado mucho tu poema, muchas gracias...
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