¿Por qué bailo?
Bailo sin querer, sin poder evitarlo, bailo porque es de la manera a la que sé llegar a los demás, y es una de las formas en las que me encuentro más próxima a mí misma, dejo mi nombre, mis apellidos, mi historia personal, mi credo, mi apariencia, mi reputación... Dejo atrás las puertas que no se abrieron, y despliego las alas hacia los grandes ventanales que se expanden en mi dirección.
¿Por qué bailo?
Bailo para olvidar, para recordar, para emocionarme, para perderme en la travesía de sentimientos, para encontrarme, para obtener respuestas, para encontrar las fuerzas, para desinflarme.
Porque es mi mejor aporte vitamínico, porque me equilibra, porque me nutre, y me hace sentirme integrada en el mundo.
Cuando pensé en hacer este espectáculo fue por eso, no pensé en un para qué, sino en un por qué, parecen similares ambos, pero son muy distintos, tienes connotaciones adversas.
Bailé mis canciones preferidas, disfruté como una niña, y sonreí como cuando eres pequeño y todo son juegos, crecemos y nos olvidamos de jugar, de compatir, de repartir.
Cuando pensé en este espectáculo, me recreé en los juegos, en los sueños, en compartir con los demás, y desde mi prisma, algo que jamás se agota al compartirlo, es la danza, sino que la vibración que siente quien baila se contagia al resto de las personas que empatizan en ese momento contigo.
Hoy lo quiero compartir con todos vosotros.
Gracias.
"Sólo Sueños"...
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