Qué decir de Sara Baras y su espectáculo...
Arsa, eah,nonaino, tokotó... Agua!!
Impresionante, las castañuelas, la percusión de la "caja", el zapateao y ese duende flamenco que te hacía inclinarte en tu butaca para no perderte ningún movimiento, ningún gesto, ningún acorde del punteo de esa guitarra española que te emocionaba y acariciaba sus cuerdas hasta casi hacerte llorar...
Sara, qué arte! sólo decirte que verte, sentir cómo os hacíais dueños de ese escenario era estremecedor, la carne y el bello se erizaban con cada interpretación, hacía mucho que no sentía esa sensación al ver a un bailarín, y es que no bailabais y os comíais la música y la quemabais electrizando los tacones. Qué vibración, qué belleza de manos, que manera de vivirlo y acercarnos a esa atmósfera y fuerza flamenca.
Gracias.