Cada vez que las Bailarinas ondean sus caderas, hacen bailar a las estrellas, y mientras su cuerpo serpentea, los luceros se despiertan, y con ello, se cumplen los deseos, los sueños, de esta danza callada, tan lenta, tan serena, tan mágica...
Ya saben, este viernes, son las Perseidas, cuando la lluvia de estrellas, nos abre el cielo, y todo puede suceder...